MONTOYA GOMEZ, ALVARO
En buena hora se publican estas sus deliciosas Crónicas de un bionauta, originarias de los postreros cuartos de siglo o segunda mitad del siglo XX, sin fecha ni necesidad de tenerla. Con la perennidad de lo clásico contienen ellas temas universales y también referencias a nuestro medio, no excluyentes para ningún lector.
Hay en su prosa, de todos modos periodística (estos escritos fueron publicados), un sentido bondadoso de la existencia, ampliamente comprensivo, original, como cuando, en una de las crónicas, enlaza la conversación y el afecto que surge entre un niño y un anciano, aquel dueño del futuro y este del pasado. Ninguno de los dos perteneciente a las edades intermedias, dueñas del agobiante presente. Hallándome en una de aquellas dos edades descritas, ya se puede saber en cuál de ellas la fulgurante nota fue capaz de emocionarme.
Cronicas de un bionauta, originarias de los postreros cuartos de siglo o segunda mitad del siglo XX, sin fecha ni necesidad de tenerla. Con la perennidad de lo clasico, contienen ellas temas universales y tambien referencias a nuestro medio, no excluyente para ningun lector