VÁSQUEZ-ZAWADZKI, CARLOS
Soledad o Solita, como la llaman familiarmente, posee una maravillosa memoria: a sus noventa o más años recuerda nombres e historias de ocho generaciones hacia atrás; geografías y países, cumpleaños y días de fiesta Todo, y un poco más. Pero, amiguitos, un día la abuela olvida algo importante, un secreto familiar. El tiempo de la casa se detiene. De pronto, sentada en su silla mecedora, ¡encuentra en el sueño su precioso recuerdo perdido! Ella misma nos lo cuenta.